Tres serían los miembros del equipo que se presentarían el sábado en la línea de salida de Córdoba, para afrontar la primera etapa en categoría Senior A, catalogada como media distancia y caracterizada por un terreno de difícil ciclabilidad y altamente exigente en cuanto a orientación, debido a la gran cantidad de caminos, senderos y proyectos de éstos que abarrotaban la zona.
Lidia, que disfrutaría al máximo atravesando barrancos con la bici a rastras, no podría finalizar todo el recorrido y decidiría provocar un pinchazo para tener excusa… (Bueno venga, pinchó involuntariamente, pegándose una buena pateada hasta la meta)
Jose, aprovecharía para hacer un buen entrenamiento de fondo, aunque no conseguiría pasar por todos los puntos de control.
Leandro, picaría todas las balizas, pero con demasiada lentitud a la hora de leer el mapa, empleando poco más de hora y media, clasificando el 15 de 39.
Ya por la tarde, los tres mencionados y Ophe, la asistencia del equipo, aprovecharíamos para dar una vueltecilla por el centro de la ciudad, que resultó ser bastante bonita y acogedora.
Y como venía siendo habitual, tras una nueva “jartá comer en ca la abuela del Sr. Cangrejo” llegaría el turno de la segunda etapa, disputada la mañana del domingo en formato de larga distancia. La competición se desarrollaría en un entorno de gran belleza, sobre un terreno que inicialmente permitía una mejor ciclabilidad pero que se complicaría en cierta medida por la lluvia y el barro. En lo relativo a la orientación, existiría gran cantidad de itinerarios posibles para alcanzar las balizas, jugando un papel fundamental la correcta elección por parte de los orientadores.
Jose, a mitad del trazado y mientras se encontraba haciendo el golismero, sufriría una aparatosa caída resultado de la cual se lesionaría su mano derecha, lo que le impediría terminar la etapa, pegándose una buena caminata hasta la línea de meta
Lidia, tendría serios problemas con una de las balizas, perdiendo excesivo tiempo, lo que le retrasaría en gran medida impidiéndole completar el recorrido.
Leandro, que se empeñaría en cagarla una y otra vez, finalizaría el itinerario en tres horas y pico, quedando muy lejos de los primeros, lo que le relegaría a la posición 19 en el cómputo de las dos jornadas.
Por la tarde estaba prevista una visita turística a Sevilla, pero la lluvia y los diversos imprevistos, nos harían modificar los planes, disfrutando de una tarde de relax en el campamento base, limpiando el material, echando alguna partidica y comiendo a mansalva.
Y como no podía ser de otra forma, el lunes, para poner punto y final unas tapitas en Granada y de vuelta a casa quien sabe con cuántos kilos de más…
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