lunes, 6 de abril de 2009

Bomberos y cuerpos de seguridad. Polígono de Torrellano 2009




Se respira un ambiente más relajado que en las anteriores de interclubs.Leandro junto a sus compañeros, se colocan en la primera fila para la foto. Ahí está con el el tito Saura.
Avisan de que la primera carrera va a ser neutralizada, pero esta vez sí pararíamos para dar la salida auténtica y no como en las de interclubs, que arrancan a to lo que da.

Arrancamos y ya comienzan los tirones. Como de costumbre comienzo situado en la parte de atrás del pelotón, pese a los consejos del gran Jofrini para que me ponga en la parte delantera, pero es que no me gusta ir ya peleándome con todos codo a codo.

Cerca de mi se encuentra Leandro, al que veo con una cara que no reconozco. No se porque razón tiene la cara roja.
Debido a mi costumbre de colocarme en la parte de atrás del pelotón, debo hacer un sobreesfuerzo en las curvas para que no se vaya el pelotón, pero lo hago gratamente. Esta vez lo tengo controlado y tengo que ir apretando cuando se producen pequeños cortes.
Voy pensando en la hora en la que me quedaré rezagado e intento guardar energías para más tarde. Bebo agua, pero no puedo comer porque no cogí ninguna barrita.
De repente veo en la línea de meta un cartel con un 8. Faltan 8 vueltas!!!
Comienzo a pensar que voy a quemarme y los demás van a atacar, que se me van a pinchar las ruedas o me voy a caer, pero no, en vez de eso, adelanto posiciónes en el pelotón, y salgo a rueda de uno, aunque de repente noto todo el aire de cara y decido no tirar, cosa que no sienta muy bien a mi compañero de miniescapada. Dejamos de pedalear y nos coge el pelotón.
Cuando veo señalado el número uno en la cartulina de meta, comienzo a pensar si queda una y la final o esa es la última vuelta.
La gente comienza a ponerse nerviosa y Jofra lanza su último ataque. Jesus y yo lo vemos y Jesus me dice que no tire del grupo.Sale uno a la caza de Jofra y entonces Jesus sale a su rueda, yo le sigo. Ese es el mejor momento que he vivido encima de la bicicleta. Saliendo a los ataques de la peña. Alcanzan a Jofra y este me dice si me lanza, pero me quedo rezagado y casi que mejor, ya que va a ser mi primera carrera terminada y no quiero estropearla con una caída.
Mi premio llegando a la meta es ver como se pone Jesus a esprintar como un jabato, siendo el primero de los Pikolinos en alcanzar la meta seguido muy de cerca por Jofra.

Yo me levanto del sillín y disfruto del momento de pasar la meta junto al pelotón.
POR FIN HE ACABADO UNA CARRERA!!
QUE EMOCIÓN!!

miércoles, 1 de abril de 2009

Que orgulloso me siento

-A las 5 de la mañana paso a por ti, le dije.
Con una sonrisa y un "cari", ella me contesto que a las 6:30, así que a las 6:50 salimos desde Elche hacia La Sagra. Era la primera vez que para ir a La Sagra pasaba de día por Murcia.
Pensaba que me esperaba un día de esos que vas andando por la montaña, acompañado por tu novia, y que no para de quejarse....PERO NO!!!
Increíblemente los quejidos se convirtieron en sonrisas. Tenía un objetivo para el que había estado entrenando.
Subir a La Sagra.
Los entrenamientos estaban surtiendo efecto. Al poco de salir del coche, alcanzábamos a 2 montañeros, con Jenny a la cabeza abriendo huella.
Pasamos una zona un tanto delicada, pero no encuentro muesca de sufrimiento en la cara de Jenny.


Parece que cuanta más dificultad, más disfruta.
Llegamos a la última pala antes de la cima, cuando sopla un viento de unos 50 km/h las fuerzas flaquean, pero por su cabeza no pasa en ningún momento la idea de retirarse. Sólo hay una cosa en su cabeza y es la cima de La Sagra.
Tras abrigarnos terminamos de alcanzar la cima. Foto de rigor y para abajo, porque sino nos quedamos pajaritos.


Hoy puedo decir que he disfrutado de la montaña como nunca y me sorprenden los vínculos que crea la montaña, ya que puedes llegar a pensar que ya no se pueden crear más lazos con una persona que llevas 8 años, pero te sorprende que un momento crítico en la montaña, sirve para que uno confíe más en el otro y reciba sensación de seguridad y también te enseña que juntos puedes alcanzar retos que sólo nunca podrías.

Me quedo con la sensación tan agradable, pese al frío y al viento, de llegar a la cima cogidos de la mano.