domingo, 22 de febrero de 2009

Crónica de una muerte anunciada


Así es como se podría describir mi primera carrera ciclista.
Nada más llegar, Jenny se pone a echarnos un par de fotos y...zas...Me he quedado sin bateriaaaaa!
Nos ponemos a calentar Jordi y yo. El resto de los componentes de Elche y San Vicente, no habían podido asistir a la carrera debido al curro, Así que allí estábamos calentando Jordi y yo, y por otra parte los de Crevillente, Marco, Nacho, Rubén y Salvador, de los cuales, estos tres últimos, si acabarían la carrera.
- Vamos a ver la subida y la bajada, que dicen que es peligrosa- Me dice Jordi.
- Ok- Respondo yo.
Nos vamos 10 minutos antes de empezar la carrera, y yo pensaba en como narices iban a meterse por aquella carretera tan pequeña unos 200 tíos con sus bicis. Después vería que para eso no habría problema. El problema era quedarme yo entre esos ciclistas.
Al comienzo, carrera neutralizada por miedo de la organización a que nos hiciéramos daño en la bajada.


Empieza la carrera!!!!

Voy como a trompicones, esprinto y freno, esprinto y freno, vuelvo a esprintar y de nuevo freno. Sin darme cuenta, voy a un ritmo muy acelerado, por encima de mi umbral aeróbico, porsupuesto
Hacemos la bajada, derrapo en un par de ocasiones, pero más o menos, me siento hábil encima de la bici.
Llegamos a un llano y...ZAS...esta sensación ya la he tenido otra vez. Comienzan a pasarme todos los corredores y yo no puedo pillarme a ninguna rueda. Miro hacia delante y cada vez el pelotón es más grande.
Cuantos quedarán por detrás de mi?- Me pregunto.
En muy poco tiempo obtengo respuesta. Sólo quedan 2 personas por detrás de mi.
Me encuentro con 2 ciclistas más.
Nos ponemos a tirar para intentar coger al grupo que llevamos delante.
Tiro yo, tira él, de nuevo yo. Llevamos uno a rueda que debe ir muerto porque no lo vemos pasar a relevos.
Pasa de nuevo el otro cuando de repente hace un recto en la rotonda.
-Ehhhh, no es por ahí!!!Grito yo pensando que se me acaban de esfumar las opciones de coger al grupo de delante.
Ya había pasado una vez por la linea de meta y cuando me dispongo a pasar por la meta de nuevo, me dicen que estoy fuera de carrera.
Allí veo a Jenny hablando por teléfono y corre hasta donde estoy yo para darme un beso y pasarme a Jofra que se encuentra al otro lado del teléfono, preguntándome como ha ido todo. No puedo hablar. Estoy tan cansado que no puedo ni hablar.Más tarde también hablaría con Leandro para explicarle todo.
Al rato pasan de nuevo los ciclistas escapados y el pelotón a continuación.
Es increíble al ritmo que van y que, de momento, yo no puedo seguir, pero algún día lo haré.
Vaya si lo haré.

No hay comentarios: